La historia de Trevelin se remonta a principios del siglo XX, cuando un grupo de inmigrantes galeses llegó a la región en busca de un nuevo hogar en la Patagonia argentina. Estos colonos galeses, en su mayoría de ascendencia británica, establecieron la localidad en 1889.
El nombre "Trevelin" proviene del galés y significa "pueblo del molino de harina".
Los colonos galeses trajeron consigo sus tradiciones, cultura y conocimientos en agricultura, ganadería y construcción. Contribuyeron significativamente al desarrollo de la zona, construyendo molinos de harina, criando ovejas y dejando su huella en la arquitectura de la localidad.
Hoy en día, Trevelin es conocido por su herencia galesa y se esfuerza por preservar y promover esta rica tradición.
La influencia galesa se refleja en la arquitectura de las casas y en eventos culturales como el Eisteddfod, un festival que celebra la música, la poesía y la cultura galesa. Esta combinación de herencia galesa y belleza natural hace de Trevelin un destino único en la Patagonia argentina.