La historia de Neuquén se remonta a tiempos precoloniales, cuando la región estaba habitada por diferentes grupos indígenas, como los mapuches y los pehuenches.
La fundación oficial de la ciudad de Neuquén se produjo el 12 de septiembre de 1904, durante la presidencia de Julio Argentino Roca.
En sus primeros años, Neuquén fue un pequeño asentamiento agrícola y ganadero. Con el tiempo, se convirtió en un importante centro de abastecimiento para los pobladores de la región. Durante la construcción del Ferrocarril del Sur, que unía la Patagonia con Buenos Aires, Neuquén adquirió mayor relevancia como nodo de transporte.
En la década de 1960, la construcción de la represa de El Chocón y la central hidroeléctrica homónima generaron un importante crecimiento económico y demográfico en la región. Este desarrollo continuó con la explotación de yacimientos petrolíferos y gasíferos en la provincia de Neuquén, convirtiendo a la ciudad en un polo energético de importancia nacional.
En la actualidad, Neuquén es una ciudad moderna y pujante, considerada como uno de los centros económicos y administrativos más importantes de la Patagonia argentina. Su crecimiento se ha visto impulsado por la industria petrolera, la producción agropecuaria y la actividad turística, destacándose como punto de partida para explorar los atractivos naturales de la región.