Molinos es un destino que combina historia, arquitectura colonial, belleza natural y tradiciones culturales, haciendo de esta localidad un lugar encantador para aquellos que buscan explorar la rincónes menos conocidos pero igualmente fascinantes de Argentina.
A las afueras de Molinos, la Bodega Colomé es conocida por sus vinos de alta calidad y su impresionante museo de arte contemporáneo James Turrell, convirtiéndola en una parada ideal para los amantes del vino y el arte.
Molinos se encuentra inmerso en los Valles Calchaquíes, una región de paisajes montañosos y valles fértiles.
Explorar los alrededores ofrece la oportunidad de conectarse con la naturaleza y disfrutar de vistas impresionantes.
Los alrededores de Molinos ofrecen oportunidades para caminatas y senderismo, permitiendo a los aventureros explorar la belleza natural de los Valles Calchaquíes y descubrir rincones menos conocidos.
En el corazón de Molinos, la Iglesia de San Pedro Nolasco es un tesoro arquitectónico del siglo XVIII.
Sus detalles coloniales y su historia vinculada a la época colonial reflejan la riqueza cultural de la región.
Molinos forma parte de la icónica Ruta Nacional 40.
Conducir por esta ruta escénica permite a los visitantes apreciar la diversidad de los paisajes argentinos mientras exploran otras localidades de la región.
La Plaza Principal es el punto focal de la vida en Molinos. Rodeada por edificios coloniales bien conservados, es un lugar encantador para pasear y absorber la atmósfera tranquila del pueblo.
A poca distancia de Molinos, este pintoresco pueblo andino es conocido por su cultura local y la estación del Tren a las Nubes, ofreciendo a los visitantes una experiencia única en la alta montaña.
Este museo local ofrece una ventana al pasado de la localidad, exhibiendo artefactos históricos y culturales que cuentan la historia de Molinos y sus habitantes a lo largo de los siglos.