Lobos, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, tiene una historia que se remonta a la época colonial.
Fundada en 1802, la ciudad ha experimentado un desarrollo ligado a la agricultura y ganadería, destacándose por su ubicación en la fértil región de la Pampa Húmeda. A lo largo de los años, Lobos ha sido testigo de eventos históricos significativos, incluyendo el paso de figuras ilustres como Juan Manuel de Rosas.
La ciudad ha prosperado gracias a la expansión agrícola y ganadera, consolidándose como un importante centro económico regional. El Lago de Lobos, un embalse construido en la década de 1970, se ha convertido en un atractivo icónico y un espacio para actividades recreativas.
En el ámbito cultural, Lobos ha mantenido su identidad vinculada al tango, con eventos y monumentos dedicados a este género musical. La Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, erigida en el siglo XIX, es un testimonio arquitectónico de la influencia religiosa en la historia local.
A través de su rica herencia agrícola y cultural, Lobos sigue siendo un lugar emblemático en la provincia de Buenos Aires.