Junín de los Andes tiene una historia rica y diversa.
Originalmente habitada por comunidades mapuches, la llegada de los colonos europeos en el siglo XIX marcó el inicio de su desarrollo.
En 1883, se estableció oficialmente el primer asentamiento, fundado por Don José María Guido y José Cardemil, quienes impulsaron el crecimiento de la zona. Junín de los Andes fue un punto estratégico en la construcción del Ferrocarril del Sur y en la colonización de la región.
Durante el siglo XX, Junín de los Andes se consolidó como un importante centro agrícola y ganadero. Su ubicación cercana a los ríos Chimehuin y Malleo atrajo a pescadores de todo el mundo, convirtiéndola en un destino destacado para la pesca con mosca.
La presencia de la Iglesia San Juan Bautista, construida en 1887, y su estilo arquitectónico religioso distintivo, se ha convertido en un ícono de la ciudad. Además, el turismo ha desempeñado un papel fundamental en su economía, atrayendo a visitantes con sus hermosos paisajes, actividades al aire libre y festivales culturales.
La historia de Junín de los Andes también está marcada por su relación con la comunidad mapuche, que ha preservado sus tradiciones y cultura a lo largo de los años. La zona ha sido escenario de encuentros y diálogos interculturales, enriqueciendo el patrimonio cultural y promoviendo la diversidad.
Hoy en día, Junín de los Andes se ha convertido en un destino turístico reconocido, donde se combinan la belleza natural de la Patagonia con la riqueza de su historia y cultura. Los visitantes pueden disfrutar de actividades al aire libre, como la pesca, el senderismo y el avistamiento de aves, así como explorar sus calles y descubrir la calidez de su gente y las tradiciones locales.