La historia de El Mollar, Tucumán, se entrelaza con la rica herencia de la región noroeste de Argentina.
En sus inicios, la zona estuvo habitada por comunidades indígenas, y durante la época colonial, las misiones jesuitas dejaron su huella en la región. Con el tiempo, la actividad agrícola, especialmente la producción de azúcar, jugó un papel crucial en el desarrollo económico de la zona.
El Mollar ha experimentado un crecimiento y transformación a lo largo de los años, evolucionando de ser una comunidad rural a un destino turístico destacado. Su atractivo paisaje montañoso, junto con la creación del lago El Mollar como embalse artificial, ha contribuido significativamente al desarrollo turístico de la región.
Hoy en día, El Mollar es conocido por su entorno natural, su lago sereno y su oferta de actividades al aire libre, convirtiéndose en un refugio apreciado tanto por locales como por visitantes.