La historia de Campana, Argentina, se remonta a la época de la colonización española, pero su consolidación como localidad significativa ocurrió en el siglo XIX.
Fundada en 1786 por Tomás de Rocamora, la ciudad experimentó un desarrollo significativo durante el auge de la navegación fluvial en el río Paraná.
Durante el siglo XX, Campana vivió una transformación económica clave con la instalación de complejos industriales, especialmente en el sector petroquímico y siderúrgico. La Siderúrgica Tenaris y el Complejo Petroquímico Dock Sud contribuyeron a la expansión industrial, generando empleo y consolidando a Campana como un centro estratégico en la provincia de Buenos Aires.
El puerto de Campana fue y sigue siendo un elemento crucial para su desarrollo económico, facilitando el comercio y la conexión con otras regiones. La ciudad también ha mantenido un fuerte vínculo con el transporte ferroviario, evidenciado en su Museo Ferroviario, que preserva la historia del ferrocarril en la región.
Campana ha evolucionado como un importante centro industrial y económico, pero también conserva su patrimonio cultural con lugares como la Iglesia Nuestra Señora del Carmen y el Museo Histórico Municipal. Esta combinación de desarrollo industrial y preservación de la identidad histórica ha marcado la trayectoria de Campana a lo largo de los siglos.