Bella Vista cuenta con atractivos turísticos que incluyen la Iglesia San Roque, construida en el siglo XIX, y la Plaza 25 de Mayo, que es el centro neurálgico de la ciudad. También, la Reserva Natural Otamendi, ubicada en las cercanías, ofrece oportunidades para disfrutar de la naturaleza.
Bella Vista se encuentra a orillas del majestuoso río Paraná, brindando oportunidades para disfrutar de actividades acuáticas y la belleza del paisaje ribereño.
La pesca deportiva es especialmente popular, destacándose por la captura de especies como el dorado y el surubí.
Esta festividad destaca la importancia de la producción de cítricos en la región.
Durante la Fiesta Nacional de la Naranja, la ciudad se llena de color con desfiles, eventos gastronómicos y actividades culturales, atrayendo a visitantes de todas partes.
A pocos kilómetros de Bella Vista se encuentra el Parque Nacional Mburucuyá, un área protegida que ofrece oportunidades para el ecoturismo. Bosques, esteros y una rica biodiversidad convierten al parque en un destino ideal para aquellos que buscan conectarse con la naturaleza.
El corazón de Bella Vista, la Plaza 25 de Mayo, es un espacio verde donde convergen la vida local y las festividades.
Rodeada por edificios emblemáticos, es el escenario de eventos culturales y encuentros comunitarios.
La Iglesia San Roque, construida en el siglo XIX, es un emblema arquitectónico de Bella Vista.
Su estructura imponente y estilo neogótico atrae a visitantes y locales por igual, ofreciendo una ventana al pasado histórico de la ciudad.
El Museo Histórico Regional de Bella Vista preserva la memoria de la ciudad, exhibiendo artefactos y documentos que ilustran su evolución a lo largo del tiempo. Es un lugar clave para entender la historia local y regional.